Social Icons

twitterfacebookgoogle pluslinkedinrss feedemail

miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Qué evidencias la Iglesia Católica presenta para reconocer los libros apócrifos como “auténtica palabra de Dios? Respuestas

La Iglesia Católica presenta cuatro líneas de evidencia. A continuación un breve análisis de cada argumento:

• Se encuentran en la antigua versión de la Septuaginta1: No está totalmente comprobado que los manuscritos originales de la Septuaginta los hallan contenido. Pero si asi fuera, existe el problema que la Septuaginta no solo contiene los 12 documentos deuterocanónicos, sino que también contiene la oración de Manases y 3 de Esdras que ni católicos ni protestantes aceptan. El que estén en la Septuaginta, no demuestra por si que estos libros sean inspirados

• Son mencionados en los escritos de los primeros cristianos: Esto no comprueba su inspiración, porque los cristianos en la exposición de sus argumentos usaban distintas documentos, aun aquellos que no consideraban inspirados, tal como Pablo quien citó en Hch 17:28 al poeta griego Aratos, en 1 Cor 15:33 a Menandro un escritor del III siglo a. C., y en Tito 1:12 a Epiménides un poeta cretense del siglo VI a.C. Ademas, aunque algunos cristianos citaron algo de los apócrifos, otros como Melitón de Sardis (177 d. C.), Orígenes (230 d.C.), Atanasio (326 d.C.) y Jerónimo (395 d.C.) se opusieron firmemente a que se los deba considerara inspirados.

• Los concilios de Cartago y Florencia los reconocieron como inspirados: El concilio de Cartago celebrado el 397 d. C. carece de valor representativo debido a que fue un concilio local y no universal (asistieron unos 44 obispos), por tanto no presenta una posición general. Es mas, antes de Cartago, el Concilio de Laodicea (363 d.C.) había prohibido la lectura de los apócrifos y en uno de los catálogos de la Biblia que produjo, omitió los libros apócrifos. En el caso de Florencia, hablamos de un concilio del siglo XV que “está alejado por demasiados siglos de los días de apostólicos para que sea significativa su decisión en cuanto aun asunto tan importante como la validez canónica... de varios libros que la sinagoga judía no incluyó en el Antiguo Testamento”.

• Hay fragmentos de ellos en los rollos del mar Muerto2: Entre los rollos del mar Muerto no solo se encontraron restos del A.T. y fragmentos de los apócrifos, sino otros tantos documentos que ni católicos ni protestantes se atreverían a decir que son inspirados.

Evidencias para rechazar los apócrifos como canónicos

Evidencias externas

No fueron aceptados como inspirados por parte de los judíos: Ni Jesús, ni los apóstoles acusaron a los judíos de perder o quitar libros de las Escrituras. Al contrario, Pablo escribió: “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios” (Rom 3:1, 2) Por tanto, como celosos custodios de la palabra de Dios durante siglos su posición en este tema es importante. El historiador judío Flavio Josefo (I d.C.) demuestra que los apócrifos nunca fueron parte del canon hebreo: “Porque nosotros no tenemos millares de libros discordantes y contradictorios entre sí, sino solo veintidós3, que abarcan la historia de todo tiempo y que, con razón se consideran divinos”4

Luego de esta declaración Josefo deja claro que los judíos jamás aceptaron los apócrifos como libros inspirados. El escribió: “Desde Artajerjes hasta nuestros días se han escrito varios libros; pero no se ha creído que fueran dignos de una confianza semejante a la que se concedía a los libros que les han precedido, porque la sucesión de profetas se ha interrumpido. Tal es la prueba del respeto que tenemos por nuestra ‘Escritura’, que a pesar de que nos separa un largo intervalo desde el tiempo en que se completaron y terminaron, nadie se ha atrevido a añadir o quitar o cambiar una sílaba...”5

Finalmente el famoso Concilio judío de Jamnia (c. 90 d. C.) tomó una posición respecto a los libros que los judíos consideraban inspirados, aceptando como tales solo los 39 de nuestro A.T. y excluyendo definitivamente todos los libros apócrifos.

Los cristianos primitivos no los consideraban inspirados: En los catálogos sobre libros sagrados escritos por los primeros cristianos, nunca se encuentra a los apócrifos en el orden de libros inspirados del A.T. Es común encontrar que bien o los ignoran o bien los colocan en una categoría distinta de los escritos canónicos. Entre aquellos que realizaron estas investigaciones tenemos a Melitón de Sardis (177 d.C.), Orígenes (230 d. C.), Atanasio (326 d.C.), Cirilo de Jerusalén (348 d.C.), Gregorio Naciaceno (370 d.C.), Anfiloquio (380 d.C.), Rufino (395 d.C.).

Y quizá una de las voces mas destacadas al respecto sea Jerónimo el traductor de la Vulgata Latina (IV, V d.C.) quien con el fin de traducir directamente de los originales se radicó en Belén. Desde ahí elaboró una lista que contenía los 39 libros que conforman nuestro A.T. y escribió: “Cualquier libro fuera de estos debe ser colocado entre los apócrifos”

Evidencias internas en contra de los apócrifos

La mejor evidencia contra la inspiración de los apócrifos son ellos mismos, puesto que poseen anacronismos, errores geográficos e inexactitudes históricas, además de pensamientos extraños y doctrina contraria al resto de libros canónicos. Por ejemplo:

Un ángel miente a Tobias al asumir una falsa identidad (5:4-13). Tambien dice que Tobías estuvo vivo cuando Jeroboam se sublevó (931 a.C.) y cuando Asiria conquistó Israel (722 a.C.), algo asi como 210 años, sin emabrgo este vivió solo 158 años (Tobías 1:3-5; 14:11). Tobias contiene elementos extraños como que el hígado y el corazón de un pez sirven para espantar demonios (6:5-8, 15-17), o igual que Eclesiastico que que la limosna “libra de la muerte y purifica todo pecado” (12:9; Ecl 3:30). Judit identifica erróneamente a Nabucodonosor reinando en Asiria desde Ninive (1:1, 7-13). Pero Ninive había sido destruida en el 612 a. C., unos 7 u 8 años antes que Nabucodonosor empiece a reinar desde Babilonia. 1, 2 Macabeos presentan tres contradictorias muertes del rey seleucida Antioco IV Epífanes (véase 1 Mc 6:1-17; 2 Mc 1:13-17; 9:1-29). También discrepan en la fecha en que Antioco Eupator realiza una expedición contra Judea (1 Mc 6:20, 2 Mc 13:1, 2). El epílogo de uno de estos libros admite no ser producto de la inspiración sino solo de un buen intento humano (2 Mc 15:38, 39, BL). 2 Macabeos enseña lasoraciones por los muertos (12:45-46). Baruc (aunque es una obra aparte suele incluirse en la carta de Jeremías) 1:1, 2 afirma que escribió desde Babilonia, mientras que Jeremías 43:5-7 afirma que tanto Jeremías como Baruc fueron llevados como reos hasta Egipto sin posibilidad de ir a Babilonia. Sabíduría erróneamente atribuye el diluvio al pecado de Caín (10:3, 4), Además tiene una clara influencia del concepto griego de la inmortalidad del alma, algo ajeno a los libros del A.T. (2:23) Mientras que aquí se presenta la muerte como un estado de conciencia (3:2-4), las Escrituras inspiradas muestran que es un estado de total inconciencia (cf. Ecl 9:5, 6, 10). Las añadiduras de Ester contradicen la sección canónica al afirmar que el atentado contra Asuero fue en su segundo año (Esd 11:1; 12:1), cuando en realidad esto sucedió en el séptimo año (Est 2:16).


 

Sample text

Sample Text

Sample Text